El equipo marplatense empezó bien, pero perdió consistencia defensiva. Y sufrió sendas magras producciones de Jara y Negrete. Cuarta derrota en cuatro partidos ante los platenses de Gimnasia.
El viento de cola para Quilmes en la Liga Argentina de Básquetbol mermó en La Plata. Gimnasia, que lo tuvo de hijo a lo largo de toda la temporada, le endosó un duro 82-59 que puso paños fríos a sus esperanzas de llegar a la Reclasificación en forma directa.
De mayor a menor fue Quilmes en el Polideportivo platense. El equipo “tricolor” comenzó con una defensa muy activa y, pese a la mala noche de Alex Negrete -anotó el primer doble del partido y ya no lo hizo más-, se las ingenió para manejar leves ventajas en el primer cuarto gracias a los primeros aciertos de Jara, esperados, y de Nally, no tanto.
La clave de ese cuarto inicial, no obstante, pasó por la falta de eficacia de Gimnasia en sus lanzamientos: menos del 30% en tiros de cancha.
En el arranque del segundo parcial, de la mano de sus “obreros” (Catelotti, Castellani y González), Quilmes metió un parcial de 8-0 y escapó a 25-14, su máxima ventaja del partido.
Le duró poco la tranquilidad al elenco de Manuel Gelpi. Por un lado, ingresó en un marcado período de oscuridad ofensiva. Por otro, Gimnasia empezó a encontrar respuestas ofensivas de la mano de los buenos ingresos de Yago Sánchez y Joaquín Acuña, vitales para poner en juego a los suyos.
El cotejo llegó igualado en 34 al entretiempo. El complemento, sin embargo, tuvo poco de paridad. Sin el liderazgo ofensivo de Negrete (2 puntos y 1/9 de cancha), Quilmes padeció cada vez que fue hacia adelante.
Lo peor, sin embargo, fue que no pudo sostener lo mucho y bueno que había realizado en defensa en la primera parte.
No sólo Yago Sánchez, muy importante, fue imparable para la defensa “tricolor”, también comenzó a hacer mucho daño el pivote marplatense Franco Barroso cerca del canasto. Con una producción normal del interminable Nicolás Gianella, Gimnasia se escapó paulatinamente mientras
Quilmes no encontraba respuestas. No sólo Negrete no aportaba, tampoco ya daba algo Jara, quien anotó apenas un punto después del primer cuarto. Con las dos habituales vías de gol clausuradas, eran pocas las esperanzas “tricolores”.
Con un triple muy lejano de Facundo Vallejos, el equipo platense ingresó al cuarto final con un 60-46 que tenía olor a definición.
Y no hubo sorpresas en la recta final. Gimnasia, muy cómodo, estiró la renta prácticamente a voluntad. Para Quilmes quedó la voluntad de Castellani y el mejor partido del torneo de Tomás Nally, con 11 puntos y 10 rebotes.
Muy poco como para revertir el descalabro. Hay revancha mañana para el elenco “tricolor” en el “Antonio Rotili” de Lanús.